Por: Rosy Zertuche Paz

Victoria, Tam.- Quien ingresa a un hospital en espera de curación lo que menos quiere es contraer una nueva enfermedad causada por bacterias o virus que circulan dentro del nosocomio, sin embargo esto puede suceder en una probabilidad del 2 por ciento en unidades hospitalarias de Tamaulipas.

 Américo Villarreal Anaya, subsecretario de Calidad y Atención Hospitalaria de la Secretaría de Salud, dijo que los hospitales manejan un indicador de infecciones nosocomiales (IN) que debe estar por debajo del 7 por ciento, es decir, de cada 100 pacientes de unidades hospitalarias, probablemente siete enfermen.

 En hospitales de la Secretaría de Salud en el Estado, el indicador es de dos de cada 100 pacientes afectados por alguna IN, indicó el funcionario.

Se estima que en el país el costo promedio de un episodio de IN es de 8 mil 990 dólares y un incremento de 4 a 15 días de estancia hospitalaria.

 Villarreal Anaya informó que en los hospitales están presenten bacterias las cuales están tipificadas y se cuenta con los antibióticos para que el paciente pueda responder favorablemente a las infecciones que se pueden adquirir dentro de estas instituciones.

 Son comunes las flebitis (inflamación de la vena) cuando se realizan punciones de canalizaciones o venoclisis. También en la introducción de sondas para orinar que a veces propician infecciones urinarias.

 La de más riesgo es la neumonía que ocurre cuando el paciente llega con algún catarro y defensas bajas y es la causa más frecuente de muerte entre las infecciones nosocomiales.

 Explicó que esto puede ocurrir en las áreas de terapia intensiva o en las neonatales cuando se complican problemas de tipo respiratorio, generalmente en pacientes con largas estancias hospitalarias y con deterioro de las defensas de su organismo.

 “En términos generales, estamos muy bien en la contención de infecciones dentro de las unidades hospitalarias; no es justificación pero en la medicina no hay nunca y no hay siempre, y no sabemos si en un momento dado una bacteria pueda generar problemas”.

 Los indicadores nosocomiales se monitorean en forma semanal en las unidades hospitalarias y lo ideal sería que cualquier persona que va a un hospital se cure de la enfermedad que le afecta y no que se le agregue otro padecimiento, reconoció Villarreal Anaya.

 Aceptó que ha sido necesario triplicar la aplicación de las guías de buenas prácticas contra las IN debido al incremento de pacientes hospitalarios que ha traído consigo el Seguro Popular.

 Pero asentó que hay capacidad resolutiva en unidades hospitalarias e incluso se aplican medidas que no son muy del agrado de los familiares de pacientes hospitalizados cuando se les restringe la visita a determinadas horas, en tiempo reducido y de sólo una persona por turno.

“A la mejor eso no agrada por la forma de pensar del mexicano que nos gusta estar cerca y atento de la salud de nuestra familia, pero esta restricción es muy importante”, indicó.

 Las infecciones nosocomiales son un problema de salud pública, de importancia clínica y epidemiológica debido a que condicionan el aumento en tasas de morbilidad y mortalidad dentro de los hospitales y prolongan la estancia de los pacientes y desde luego el gasto de los hospitales.

Según la Dirección General de Epidemiología, en México se calcula que la frecuencia de IN fluctúa entre 2.1 a 15.8 por ciento de los pacientes hospitalizados en unidades médicas de referencia y de segundo nivel, desarrollan una IN, lo cual depende de factores ambientales, tiempo de estancia hospitalaria, medios invasivos, susceptibilidad del paciente, personal de salud, entre otros 1,4.